No hay nada más rico para el desayuno o la merienda que una galletita casera crujiente…Su elaboración es muy fácil, en esta ocasión, porque esta receta es muy sencilla y además tienen un sabor estupendo. Eso sí, no se despisten cuando las estén horneando porque se queman ¡en un abrir y cerrar de ojos!
INGREDIENTES:
Para unas diez bandejas (de unas 15 galletas cada una) de piezas de tamaño medio, como estos caramelos de unos 8-10cm:
* 250 gramos de mantequilla sin sal.
* 250 gramos de azúcar glass (como recomienda El Rincón de Bea este tipo de azúcar es más práctico si lo que queremos es hacer galletas para decorar ya que quedan con menos grumos en la capa superior, que es lo que interesa a la hora de decorarlas con glasa real…Podemos utilizar azúcar blanca normal y quedarían algo más gruesas).
* 1 huevo XL (si sólo tienes medianos, puedes poner un huevo completo y una llema)
* 650 de harina
* Una pizca de canela (aromatizará la galleta y le dará un toque de sabor riquísimo)
* Dos o tres cucharadas de leche (habrá un momento en que la masa se vuelva dura y el robot de cocina prácticamente se eche a correr, jajaja, como pasó con mi kitchenaid, así que la leche ayudará a ligar el resto de harina que falte de lo que indique la receta)
NOTA: mantener a unos 180º durante unos diez minutos, aunque recomiendo que a partir de los cinco minutos no le dejen de echar ojo porque cogen color y se queman ¡antes de que nos demos cuenta!
Y para darle un toque curioso, las puedes presentar atadas en sus extremos con una cuerda rústica, rafia, un hilo grueso del color que más te guste…lo harás más atractivo para tus amigos y para los pequeños de la casa será como un juego…
Pues sí que tienes razón que no hay que sacarles el ojo, jeje, pero queda bonita la escala de color que se obtiene con diferentes puntos de horneado. Me gusta la idea de la presentación.
Un saludo Cris
Muchas gracias Cris! Me alegra mucho que te guste! Y la verdad es que a mí también me encanta que tengan tonos distintos, aunque habitualmente quienes quieren decorarlas prefieren que queden más blanquitas, pero para una merienda o desayuno, como fue el caso, así están, para mi gusto, perfectas!
Espero verte por aquí pronto!
Un saludo!