Lo cierto es que hay a quienes el marisco «les piiiiiiiirrrrrrraaaa» y otras personas a quienes ni fú ni fa y otros que directamente no pueden con él pero… y si es de chocolate relleno de ganaché y frambuesa… la cosa cambia, eeeehhhhh?

La verdad es que cada vez que hago una tarta aprendo algo! De estructuras y diseños, seguro, pero me refiero a que este oficio tan bonito y dulce nos hace conocer a una cantidad de personajes, marcas y productos que jamás conoceríamos si no fuera porque los cumpleañeros son tan distintos y de edades tan dispares… Pues en este caso, la petición fue de lo más curiosa: «¿podrías hacerme algo sobre estos cangrejos rusos? Me interesa la lata de Chatka… ¿Chatka? me pregunto, qué es eso, madre mía ahora que lo conozco… ¿cómo es posible que no supiera de su existencia antes? Jajaja!

     Según he encontrado en su web, se trata de esto: «Chatka es la marca por excelencia del Cangrejo Real Ruso. Por sus propiedades, textura y sabor es probablemente el mejor marisco del mundo». Así que ¡tomen nota!

     Lo más INCREÍBLE de todo es que se trata de una JESSITARTA ¡¡¡VIAJERA!!! Ya hubo una ocasión en que una jessitarta viajó en avión unas cuantas horitas de Madrid a Gran Canaria (JESSITARTA BATA DE MÉDICO) ¿La recuerdan?, pero lo que aún me cuesta creer es que ésta, atentos, llegó a DUBAI después de pasar por Alemania! Menudo tute! Oleeee la tarta española en el quinto pino!!! Menudos días que pasé de nervios rezando para aguantara bien pedazo de viaje! Yujuuuu!

El diseño debía ser sencillo, sin demasiados adornos, ya que tenía un largo viaje por delante, así que elaboré su latita, su cajita negra y… pensando pensando me decía: cómo le doy un poco de vida? La lata cerrada es aburrida… pues, eah, abrimos la lata, hacemos un tenedor y pinchamos cangrejito rico!

     Y sí, se la comieron enterita. Me enviaron la foto que ven a continuación para decirme que había llegado intacta y que el cumpleañero sopló las velitas y la cortaron con pena! Pero luego, no quedó ni una migaja! Así que genial!