Es que, madre mía, qué ricos estaban… y están, porque el Bounty sigue existiendo, pero una ya no se los come como antes… aunque la verdad es que creo que, principalmente, porque en Madrid no los veo, pero cada vez que viajo a Canarias, ahí que me los encuentro en cada súper, en cada tiendecita: «¡Ooooohhhh! ¡Un Bounty!». Y automáticamente se me viene a la mente el recuerdo de cada tarde-noche de cada mes, más o menos, en que mi madre se iba a hacer LA GRAN COMPRA! Y cuando llegaba a casa, tocaba el timbre y decía la frase: «Niños, bajen a ayudarnos a subir la compraaaa!!!» Y allá que íbamos, impacientes por revolver entre las bolsas como si de los Reyes Magos se tratara.
     Sí sí, sabíamos que entre todas las verduras, latas de atún, aceite, bolsas de arroz, macarrones o espaguettis (es que éramos, y somos, 5 termitas insaciables en casa) encontraríamos…oooohhh! Las bolsas de mini chocolatinas que mami nos daba para ir cada mañana al cole, eso sí, hasta que se acabaran. Una vez engullidas todas… «olvídense de comer más hasta la próxima compra», pero cómo las disfrutábamos. La verdad es que nos ha venido bien para ahora, adultos independientes, comer de maravilla y esas chocolatinillas las dejamos para ocasiones especiales… ¡Como ésta convertida en cupcake! ¡Ñam, ñam, ñaaaaammmmm!
     Pues sí, allá que voy al súper a hacer un «recao» de los típicos que te tocan en cuanto pones un pie en casa y, cómo no, allí que me los tropiezo: » un bouuuuntyyyy», me digo pa mis adentros… «Jessi, toca transformarlos y lo sabes», me dije otra vez. Eah! Que a la cesta que fueron y ¡aquí los tienen! ¡Pero qué buenos que están! Bueno, estaban, jajaja!.
     Ah! Por cierto, sí sí, es lo que ven. La puesta en escena está hecha en un CARTÓN DE HUEVOS. Es lo que tienen los pueblos, que como hay siempre un familiar cercano que, afortunadamente no se ha perdido del todo, cría gallinas, pues ahí que en un montón de casas te encuentras cartoncitos de huevos esperando a llenarse con género del bueno, el auténtico, el genuino, el que deja las tortillas de color naranja y no amarillo pálido y el que aporta a los bizcochos o cupcakes ese sabor incomparable. ¡Había que aprovechar el momento!
     Y no imaginan lo ricos y esponjosos que quedan los queques (bizcochos), ya no les digo al añadirle Bouuuuunnnntyyyyy!!! Para quien no los haya probado, son básicamente CHOCOLATINAS FORMADAS POR UN CORAZÓN DE COCO RIQUÍSIMO, CUBIERTO DE CHOCOLAAATEEE… Miren, si no, cómo nos llaman para que les demos un bocao ¡en condiciones! jajaja!
     Bien, cogemos nuestros ca-cha-rrit-tos, y nos metemos a fondo a elaborar nuestros súper cupcakes de la ¡súper chocolatina de la infancia! ¡Síííí! Nos ponemos el mandil y… ¡a poner el horno al lío!
** Ingredientes (para unos 12 cupcakes):

  • 2 huevos 
  • 150 gramos de azúcar blanca
  • 50 gramos de chocolate negro derretido (yo utilicé Valor para postres)
  • 100 ml de aceite
  • 150 gramos de harina de trigo
  • 100 ml de crema agria (se encuentra en algunos supermercados de España o en tiendas especializadas, pero como no es frecuente tenerlos a mano, yo siempre opto por elaborarla de forma casera: a unos 250 ml de nata suelo añadirle 2 o 3 cucharadas de vinagre blanco o de limón exprimido. Queda como cortada, pero es lo que buscamos. Dejamos reposar unos 10 minutos y ya tenemos nuestra crema agria ¡casera!)
  • 100 ml de café intenso tibio.
  • 2 cucharaditas (de las de café) de levadura.
  • Una pizca de sal.

 

** Elaboración de la masa para cupcakes:
1. Preparamos las cápsulas en un molde para cupcakes o en moldes independientes de silicona y precalentamos el horno a unos 180 grados.
2. Batimos los 2 huevos con el azúcar hasta que nos resulte una mezcla homogénea
3. Añadimos el chocolate gradualmente. Debe estar tibio, nunca caliente recién derretido.
4. Toca añadir la harina (con la pizca de sal y la levadura) y la crema agria de forma alterna, empezando y acabando siempre con la harina. Vean la pinta que se le va quedando a la mezcla que vamos obteniendo. ¡Está para comérsela a cucharadas! ¡Y no imaginan cómo huele!
5. Añadimos el café, también tibio o frío. Lo añadimos de forma gradual para ir ligándolo a la mezcla poco a poco.
6. Vertemos en los moldes llenándolos por la mitad. (Yo vertí un poco de masa, añadí algunos pedacitos de bounty, y terminé de llenar las cápsulas hasta la mitad o un tres cuartos de cápsula. Así luego nos encontramos con la rrrrica sorpresita ¡al darle un bocado!).
** Ingredientes (para la crema/frosting para 12 cupcakes):
  • 2 mini bountys picados o triturados (al gusto)
  • 50 gramos mantequilla
  • 200 gramos de azúcar glas
  • 1 cucharada sopera de leche entera.

 

 

 

1. Batimos la mantequilla, punto pomada, con el azúcar glas (previamente tamizada). Si tenemos varillas eléctricas o robot de cocina, batimos durante 2 o 3 minutos para que quede una crema esponjosa. En caso de tener sólo varillas manuales, batimos todo lo que podamos hasta que nos resulte una mezcla lo más homogénea posible. ¡Evidentemente no es lo mismo tirar de bíceps, tríceps y muñecas que de electricidad! Pero igualmente podemos conseguir una crema rica, rica.

2. Una vez que tengamos una crema homogénea, añadimos la cucharada de leche entera y cuando esté ligada, vertemos el Bounty triturado o picado. ¡Encontrar los trocitos al probarlo es la bomba!

     ¡Y ÉSTE ES EL SUCULENTO RESULTADO! ¡CUPCAKES DE BOUNTY!
Riquísimos cupcakes de chocolate intenso coronados por una suave crema con sabor a…
¡COCO Y CHOCOLATE!
Nunca una compra de tu madre resultó tan ¡A-PE-TE-CI-BLE! ¡Jajaja!
Una fantástica receta que puedes versionar con un montón de chocolatinas.
¡POR LAS COMPRAS DEL MES AL SÚPER!
* Dedicado a todas las mamis y/o papis que entregan sus horas, días, minutos y segundos a cuidar de toda la familia
¡GRACIAS!Y EN EL PRÓXIMO EPISODIO:


Tanto móvil, tanto móvil…
¡Y así pasa lo que pasa!
¡BIZCOCHO PARA ESPABILARNOS!

 

¡Feliz día, bizcochines!
Jessi