Detalle jessitarta calavera

Aunque no lo parezca, es una de las tartas más complejas que he tenido que elaborar. Esculpir en queque (bizcocho) de chocolate las cuencas de los ojos, la nariz, ¡los pómulos! y la mandíbula fue un auténtico quebradero de cabeza y de habilidad…Hago la gracias de que la cabecita pasó por todas las edades del Hombre: fue neanderthal, homo erecctus, homo sapiens, chimpancé, hasta guanche!!! Yo creo que incluso llegué a tener entre mis manos al eslabón perdido!!! Pero al final lo logré…vamos, calavera calavera…como la que cualquiera tenemos adornada con pelo…unos más bonitos que otros, pero pelo al fin…jajaja

Y la dentadurita no digamos…diente a diente, sí señor, como debe ser…procuré que fuera un «calavero» mono así que debía tener todas sus piezas, completita!

Y claro, como merecía un tema como éste, la base no podía ser otra que un espejo de lo más romántico, así, de pan de oro…bueno, o de azúcar, porque el marco lo elaboré con pasta de azúcar y dorado para que tuviera este efecto final. Ah! Y sin faltarle la tierra, de la que aún había restos en la parte superior del cráneo, nariz y uno de sus ojos…

Y éste fue el resultado final. ¿QUÉ LES PARECE?