A ver, a ver… ¿Quién (mayor de edad, claro…) no se ha tomado, o probado alguna vez un refrescante mojito? Bueno, vale, seguramente habrá quienes no lo han probado, pero seguro que, al menos, saben que el Señor Mojito existe, sip, y que suele ser el rey del verano junto a su protagonista (al menos desde mi punto de vista) la HIERBABUENA (en mi tierra le llamamos hierbahuerto, jajaja, suena gracioso para los que no lo han escuchado nunca, je, pero para nosotros una palabra ¡de lo más normal! ¡Cosas de las tierras de cada uno!).      Pues bien, hoy les presento… ¡¡¡tatatacháááááánnnn…!!! La increíblemente exquisita VERSIÓN DEL MOJITO CON ALBAHACA, sí sí, han leído bien, al-ba-ha-ca.
    ¡Pero aún hay más! ¡Con limón! Madre mía, tienen que probarlo porque no imaginan lo bueníssssiiiimo que está, vamos, que si me tengo que tomar un mojito, que sea éste. Y claro, como yo a todo al final le busco la VERSIÓN PASTEL ¿qué hice? Unos CUPCAKES DE MOJITO DE ALBAHACA Y LIMÓN. ¡Ouuu Yeah!
     Les cuento brevemente su historia. Tenemos un amigo chef, un fantástico chef, que como hacen todos los amantes de los fogones, siempre ponen a sus comestibles creaciones ese toque personal que les hace diferenciarse. Pues él le añade esta maravillosa plantita, en vez del habitual hierbahuerto, y limón en unas texturas que son las que hacen este mojito taaaannn alucinantemente refrescante y único! «Vaya», pensé, «¡ahora no me va a quedar más remedio que convertirlo en pastel»! Jajaja! Y el mejor formato de pastelillo, para mí, era el cupcake. ¡Y así lo hice! Vamos, que si a mi madre le gustó el buchito de mojito que sorbió para probarlo, ya no les digo la crema que hice para el cupcake… «Sabe al mojito», me dijo. ¡Qué linda!

     Sin duda, las circunstancias eran ideales para liarme el mandil a la cabeza y hornear. Vacaciones, playa, familia, amigos y… ¡un asadero en casa de mi hermana! ¡Ñam! Costillas, pollo, papas arrugás con mojo, ensalada de tomate fresquita, hey, con albahaca y aceite (era el día de la albahaca por lo visto)…
     Vamos, entusiasmá que estaba yo después de tantos meses sin verles. «¡El postre lo he traído yo!» dije con una tono gamberrillo. ¿¡Qué mejor ocasión que un tenderete familiar para disfrutar de semejante postre!? Eso sí, los peques de la casa tuvieron que remediar sus ansias golosas con un yogur, sí, podría haber sido algo más glamuroso, peeeero…
     Venga, que me dejo de tanta cháchara y vamos a lo que interesa: ¡LA RECETA!
 
** INGREDIENTES:
 
– 2 huevos medianos
– 200 gr. de azúcar blanquilla
– 150 gr. de mantequilla
– 100 ml. leche
– 250 gr. de harina
– 15 gramos de levadura (1 sobre)
– ralladura de limón (al gusto)

** ELABORACIÓN:


* Para la masa (12 cupcakes):

1. Colocamos las capsulitas para los cupcakes en una bandeja para cupcakes o en moldes de silicona (todavía recuerdo las primeras magdalenas que hice sin colocar las cápsulas en ninguna bandejita que las mantuviera en pie ¡Jajaja! ¡Menudo desastre, parecían tortillas! Estas cosas no debería contarlas…jaaa! Vale que era una niña, pero son esas cosas que pasan y que jamás quieres recordar! ¡Y menos contar! Jajaja)

2. Precalentamos horno a 180 grados

3. Batimos la mantequilla y el azúcar hasta que quede una crema homogénea.

4. Añadimos un huevo, mezclamos, y añadimos el otro huevito.

5. Y finalmente añadimos la ralladura de limón y alternamos la leche y la harina tamizada con la levadura. Mezclamos bien y ya podemos verterla en las cápsulas.

Miren el tamiz antiguo que tiene mi madre en casa.
¡El de toda la vida! Me parece tan bonito…

6. ¡Al horno! 180 grados 20-25 minutos. Y lo de siempre, como cada horno tiene personalidad propia, a los 15 minutillos echamos un vistazo y si creemos que ya están listos, pinchamos con un palito de brocheta o cuchillo y ¿sale limpio? ¡Ya están listos! ¿Sale con algo de crema? ¡Aún le quedan unos minutos! En cuanto estén listos los dejamos enfriar unos cinco minutos en la bandeja o silicona donde los hemos horneado y luego los retiramos a una rejilla para que enfríen del todo.

* Para la crema/frosting:


– 12-15 hojas de albahaca (si desean un sabor más intenso pueden añadir hojas al gusto)
– 100 gr. de mantequilla
– 300 gr. de azúcar glas
– 2 cucharadas soperas de zumo de limón (exprimido y colado)
– 2 cucharadas soperas de ron blanco


1. Trituramos unas 12 hojitas de albahaca. La cantidad va en función del gusto.

2. Añadimos las 2 cucharadas soperas de limón exprimido y colado y volvemos a triturar.

3. Añadimos las 2 cucharadas de ron blanco y volvemos a mezclar.

 

4. En un bol tenemos lista la mantequilla en punto pomada (blandita, pero no derretida) y vertemos la mezcla de la albahaca triturada, el jugo de limón y el ron blanco. Removemos con las varillas, si son eléctricas mucho mejor porque yo casi me convierto en Hulk porque mi madre no las tenía en casa y tuve que hacerla con varillas sí, pero a mano! Y vamos, que también sale, lo único que no tan esponjosa como la conseguimos con unas eléctricas o ya no digo, si tenemos robot de cocina. ¡Qué maravilla! En este caso podemos batir con la máquina unos 3 minutos para que quede suavecita, muy cremosa.

¡Y aquí los tienen! Unas magdalenitas decoradas elaboradas a base de un magnífico ¡mojito de albahaca y limón! Unos cupcakes perfectos para incluir en una comida con amigos, eso sí, como se lee en los prospectos: mantener fuera del alcance los niños porque estos pastelitos son sólo para adultos y, por cierto… ¡IRRESISTIBLES! ¡Pruébalos!

¡Un abrazo bizcochines!