¿¡Sabían que la lengua de las jirafas miden unos 50 centímetros!? ¡Medio metro de lengüetaza! El motivo, según cuenta www.ojocientifico.com, es que la usan para rascarse las orejas

(por no decir que para limpiárselas), también para hacer lo mismo con la nariz… aunque también la utilizan para otras cosas más tiernas…

 y para atrapar todo tipo de cosas, entre otras, su comida favorita, las acacias! Que madre mía anda que no tienen pinchos, pero sus cuatro estómagos los digieren sin problema… y además tiene un tono oscuro, entre negro y azul, que se las protege de posibles quemaduras del sol… Este bicho es la bomba! Por no decir que puede alcanzar los 50 km hora, o que con sus impresionantes músculos, es capaz de decapitar a cualquier depredador que se les acerque! Viven entre 20 y 30 años y al parecer, cuando van envejeciendo, prefieren ir apartándose del grupo y vivir más bien a solas.
    Pues bien, he decidido elaborar una linda jirafita, sip. En forma de Jessichup, también, que ya tocaba, aunque en esta ocasión, retomo el fin con el que en su día creé este blog ¿recuerdan? Me encontraba sin trabajo y decidí abrir esta ventanita al mundo para dar forma a viñetas dulces de la actualidad (lo de dulce, porque son de bizcocho cubierto de chocolate, porque todos somos conscientes de que la actualidad no siempre lo es, menos de lo que nos gustaría, la verdad…).
    La jirafa es un animalillo precioso, con sus orejillas, sus cuernecillos y esas pestañas largas que ¡son la envidia de cualquiera! Por no hablar de su estilizado y musculado cuerpo con un estampado animal print que nunca pasa de moda en las comilonas a la sombra de las acacias.
    Si ya me gustaban, mi hermana Luty ha hecho que me gusten mucho más. Para los de casa ver una jirafa es pronunciar directamente su nombre: a ella le encantaría! Y ésta también! Y aquella! Y así siempre…
     Lu, este post te lo dedico, mana, con todo mi cariño, a tí, y a la jirafa Marius, que hace unos días, el domingo concretamente, comenzó su camino hacia el cielo de las jirafitas. 
El jirafito Marius
    Por si no conocen la triste noticia, en el Zoológico de Copenhague la sacrificaron esta semana con añito y medio, porque, según el Zoo, como publicaron los diarios de todo el mundo, y en resumidas cuentas, al parecer Marius era fruto del incesto, y por lo tanto no podía seguir en un programa de la Asociación Europea de Zoos y Aquariums (EAZA) para evitar futuros problemas de consanguinidad entre jirafas. Parece que Marius, al ser fruto del incesto, tenía unos genes poco originales para permitirle que se reprodujera en este o cualquier otro zoo (el mundo) y también se ha publicado que aseguraron que se debía a que en el programa de cría de esa Organización hay una abundancia de jirafas con genes similares (EL PAÍS). Parece ser que no podían reintroducirla en la naturaleza ya que tenía pocas probabilidades de sobrevivir en un hábitat natural. Muchas fueron las voces en contra de su muerte, pero no se pudo evitar. Parece ser que el zoo debe «intentar asegurarse de que los mejores genes pasan a las generaciones venideras, preservándose así a largo plazo, la supervivencia de las especies que acogen (fuente ABC). Explican que el zoo sacrifica entre 20 y 30 animales al año para que las poblaciones que mantienen en sus instalaciones se conserven sanas».
 
    En el mundo suceden tantas cosas de forma habitual que no sabemos hasta que se publican noticias como éstas que, cuando las conocemos, nuestro corazoncito se encoge… Por todos los animalitos, ya sean salvajes, domésticos, los que viven en cautividad en centros de recuperación,… y por todas las personas que los cuidan, va este post.
     Y ahora paso a contarles un poquito cómo elaboré este Jessichup, que la verdad, no ha sido del todo sencillo… Las elaboré aprovechando unos bizcochitos que me habían quedado de una tarta que había esculpido ya rellena (era de bizcocho de vainilla rellena de ganaché de chocolate). Los desmigué, les dí forma y, tras unas horitas en la nevera, comencé el proceso  ¡pegasprinkles!
     De la mezcla del bizcocho y la ganaché saqué hasta siete cabecitas, así que imaginen las veces que probé hasta que me salió la buena. Tengo la nevera que parece un zoológico de jirafas con caras que van desde parecerse a una cabra, jajajaja (no es por nada, pero yo creo que las jirafas son familia de las cabras, fíjense bien en algunas fotos, hay jirafas que son auténticas cabras! Jajaja!)… otras pruebas que hice tienen cara de jirafa extraterrestre y otras en las que, directamente, me quedé con el palo en la mano y la cabeza… ¡dentro del tazón del chocolate derretido! Aaaaahhhh! Horror! Ya no solo porque ése ya no valía sino porque las miguitas te fastidian el chocolate! Bueno, y por no decir la opción mequedosinorejasnicuernosporquestanenelfondodeltazón… UUUfffff! ¡Terminé sudando! ¡Qué angustia! Jajaja!
    Pero aquí está, la jirafita con sus pestañitas y todos sus detalles. Por cierto ¿SABEN CON QUÉ HICE LAS MANCHITAS? Miren de cerca que seguro lo sacan a la primera!
    Espero que les haya gustado este nuevo diseño de Jessichup! Y que sigamos cuidando y queriendo a los animalitos, al menos, a los que tenemos cerca, que ellos nos quieren sin condiciones.
    Por cierto, ellas ya están mirando atentas a que llegue el siguiente post! Qué cotillas!!!
    Un beso enorme!
     Jessi